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CUAL ES EL SECRETO DE LOS PRORIDERS??? AL DESCUBIERTO
Todos deseamos en ser tan rápidos proriders, tener el mismo flow y esas pedazo de “pel…s” que le echan, al menos parecernos un poco. ¿Cómo lo consiguen? No vamos a descubrir nada nuevo si decimos que detrás de todo ello hay muchísimo entrenamiento, pero, ¿hay algo más?.
También deseamos tener esos avances y novedades, que no dejan de aparecer, y que siempre testean y utilizan los proriders para disfrutar y beneficiarnos de ello. Así cada nueva temporada es difícil no dejarse tentar por esas “chuches” y sentirnos cerca de esos proriders. ¿Será este su secreto? Sabemos que no, que podemos tener la bicicleta más top, la mejor y más bonita equipación, el casco más liviano etc, que así nos pareceremos a un rider top, pero solo estéticamente, parecernos en su forma de montar es harina de otro costal.
¿Es malo sentir envidia por esos riders y sus monturas? Quizás sentir envídia por esas máquinas tan costosas nos hará gastar más dinero del debido, pero sentir envidia por las capacidades físicas y técnicas, si lo conseguimos canalizar bien, puede ser una buena forma de motivarnos y alcanzar metas mayores. La técnica, flow, y resistencia física de los proriders es algo que han conseguido a base de mucho trabajo, no han nacido con esas capacidades. Se puede nacer con talento, pero hay que trabajarlo, el esfuerzo es innegociable.
Por todo ellos podemos sentirnos esperanzados y descorazonados a la vez. Si detrás de esas grandes capacidades hay mucho trabajo en teoría si trabajamos igual podremos al menos acercarnos, en teoría…Por otra parte seguro que no tenemos la variable que todos añoramos y no podemos comprar, el tiempo…
No debemos preocuparnos si no conseguimos tener todo ese tiempo que nos gustaría tener, que no hayamos nacido con ese talento deseado o que nunca podramos alcanzar esas capacidades físicas. Hay otras capacidades en las que podemos trabajar para mejorar nuestras cualidades y capacidades.
Esas capacidades en las que no solemos parar a pensar vienen de nuestra mente, no sólo debemos trabajar nuestros músculos si no que lo que tenemos encima de los hombros también debe ser trabajado para alcanzar ese plus en nuestras capacidades. Si nuestra mente no está al 100% podéis estar seguros de que no seremos capaces de dar todo lo mejor de nosotros.
EL SIGUIENTE PASO
No debemos de pensar en el “donde estoy y qué estoy haciendo” si no que será más beneficioso pensar en “a donde voy y como haré para llegar allí”. Siempre tenemos que pensar en el siguiente paso, cuanto más lejos pensemos más rápido y de forma más eficaz iremos superando pasos nuevos. Tampoco se trata de saltarse pasos, si no que cuando estemos en un punto desear y visualizar ya el siguiente.
Dejando de lado un poco el aspecto filosófico y enfocándonos en el aspecto más terrenal podemos pensar en que cuando estamos realizando una bajada ir pensando en todos los pasos siguientes que tenemos que realizar, lo que está debajo de nuestras ruedas ya es pasado, lo importante es la curva siguiente de derechas con peralte, pero a los segundo esa curva también es pasado y ya tendríamos que estar pensando en el drop que viene a continuación y la trialera de después. Si conseguimos pensar por adelantado todo será más fácil, nuestro cuerpo se relajará porque sabe a lo que se enfrentará con tiempo y no nos sorprenderemos de nada. Estar concentrado es básico para dar el 100%. En el caso de que no conozcamos la bajada sería conveniente llevar la vista alta por el mismo motivo, cuanto más lejos veamos más tiempo tendremos para prepararnos para cada paso.
Si conseguimos estar relajados sobre nuestra bicicleta, nuestra mente podrá pensar más rápidamente y cualquier imprevisto será resuelto de manera mucho más eficaz.
VISUALIZACIÓN
Visualiza la bajada, reprodúcela en tu mente. Esta es una muy buena técnica para preparar tu mente para lo que viene y no sorprenderte con nada. Incluso trata de ver cada sección desde fuera, como una tercera persona. No pienses sólo en como deberías de realizar una sección, si no que también en cómo debería verse desde fuera para darte cuenta de cada pequeño detalle.
Si eres capaz de reproducir en tu mente cada pequeño detalle de una bajada, sin necesidad de ver un vídeo, serás capaz de identificar la técnica necesaria para afrontar cada paso.
Recordar cada sección donde se ha perdido o ganado tiempo es una buena manera de afrontar cada bajada, puesto que de esta manera sabremos que debemos de mejorar o qué cambiar.
BAJAR RÁPIDO DEBE DE SER LA CONSECUENCIA, NO EL MEDIO
En otras palabras, si intentamos bajar como un prorider simplemente intentando ir lo más rápido posible probablemente acabaremos abrazando un árbol; sin embargo, si pensamos más en el cómo, en la fluidez y en las técnicas necesarias para cada momento acabaremos bajando rápido. Entender donde aplicar toda nuestra fuerza y donde conservarla es crucial. Pedalear tan fuerte durante una sección como para romper nuestras bielas no tiene ningún sentido si en la siguiente sección estás tan cansado que no eres ni capaz de agarrar el manillar.
Hay una gran diferencia entre sentirse rápido y ser rápido. Si sentimos que estamos yendo muy rápido puede ser que esté llegando demasiada información a nuestra mente, que estemos pensando más en qué está pasando debajo de nuestras ruedas en vez de que pasará unos metros más adelante. Recordamos, lo que está debajo de nuestras ruedas ya es pasado, lo importante es lo que pasará.
Si hay algo que no te salga bien, por ejemplo un salto, piensa en qué estás haciendo mal, no lo intentes una y otra vez sin descanso. Piensa detenidamente en donde está el fallo y atácalo.
La pregunta no es “¿cuán rápido podré realizar esa curva?” si no que la pregunta adecuada será “¿qué debo de hacer para tomar esa curva lo más rápido posible?”. La cuestión no es ser rápido para ser un buen rider, si no que es ser un buen rider para ser rápido.
Recuerda, una de las grandes armas de los proriders es su mente. Son capaces de pensar por adelantado, estar concentrados y saben que hacer en cada momento. Si nos fijamos en sus movimientos parece que todo es sencillo, pero detrás de todo ello hay mucho trabajo, y no todo físico, también de mente.